En
los próximos posts seguiremos sumergiéndonos un poco más en los entresijos de
la novela. Ya sabéis un poco más de mí y podéis descargaros el primer capítulo
—La tentación vive arriba— gracias a
las dos primeras entradas del blog. En las próximas semanas daremos nuevos
pasos juntos. Recorreremos de la mano la edición del libro según se van
produciendo novedades en tiempo real. De esta forma, asistiréis al
alumbramiento de la portada, la redacción de la contraportada y hasta puede que
os pida un poco de ayuda para elegir una foto adecuada para la solapa del
libro. Del escritorio del editor hasta mi ordenador y desde aquí a todos
vosotros.
Hoy
os traigo un regalo curioso, una suerte de pieza de coleccionista. Se dice que
todo creador tiene su obra perfectamente configurada en la cabeza. Después de
largas tensiones internas y dilemas narrativos, alcancé ese punto catártico en
que la historia se vuelve transparente y vigorosa y ya no deja de avanzar. Y fue
así cómo empezó a envolverme la atmósfera húmeda de esta historia. Los
personajes conversaban conmigo cuando intentaba echar una cabezada después de
comer y los pasajes del libro se tradujeron en nítidas escenas de cine, banda
sonora incluida —sobre la música de El
tránsito prometo futuras reseñas—.
Germán deambula por un mundo devastado y sin nombre. A
algunos pueden resultar familiares las empinadas cuestas de una ciudad y su
«tranvía llamado infierno» o los cultivos de invernadero, pero el Hospital
psiquiátrico Nuestra Señora de las Mercedes, La Sierra de los Buitres y ese
hotel colgado de un acantilado nos recuerdan la maravillosa capacidad de la
ficción de crear lugares que no existen. Yo he paseado durante dos años por
todos esos hitos convirtiéndome en la sombra de Germán, susurrándole teclazos al
oído para agudizar su tormento o paliar su sufrimiento. Lo perseguí para
vengarme de todas esas siestas que me fastidió reclamando la atención que todo
personaje literario exige a su creador. El resultado de esos paseos es el mapa que os presento hoy, un páramo que
Germán y yo pateamos hombro con hombro en innumerables ocasiones; gastando él
las pocas fuerzas que le quedaban, yo conociéndome mejor después de esas
intensas charlas con mi amigo imaginario.
"Mapa el Tránsito"
Muy bien narrado. Una historia delirante que te engancha. Estaré pendiente de su publicación. Enhorabuena!
ResponderEliminarMuchas gracias, Catalina. Iré informando de todas las novedades. Un saludo.
EliminarEnhorabuena Juanan! Que interesantee, sii ve informando de todo! Que guayy :-)
ResponderEliminarTu obra pinta muy bien!!
ResponderEliminarCon un lenguaje sencillo y agradable lectura, logras remover sentimientos y conectar con el lector.
Enhorabuena!!
Muchas Felicitaciones de mi gente!!
Muchísimas gracias, Angelita. Da un beso a todos ellos. Nos vemos pronto.
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