miércoles, 22 de julio de 2015

No sólo de "El tránsito" vive el hombre

Llega el verano y a estas alturas El tránsito prosigue con su camino sin que yo, como orgulloso padre, pueda hacer mucho más por controlar su destino. Es más, lo acompaño un tanto a ciegas más allá de los amigos que felices me comentan que lo han comprado o que ya lo han leído. Siempre me acuerdo de los posibles lectores anónimos, pero mejor no pensar en ventas para no ver las costuras del ego de un escritor novel.

Por supuesto, lejos de abandonarlo a su suerte, hacemos todo lo posible para que el libro llegue a todo el mundo. En las últimas semanas, de hecho, la novela ha llegado a dos lugares nuevos: la biblioteca municipal de Valdepeñas de Jaén y la librería Zorba de El Puerto de Santa María. Respectivamente, el pueblo de mis padres, donde pasé los mejores veranos de mi infancia y la localidad costera donde viven algunos de mis familiares más queridos. El tránsito tenía que llegar tanto a la sierra como al mar -el último mar-. Y yo orgullosísimo de ello.

Mientras El tránsito crece y se pone fortachón, la idea era no dejar de escribir de forma abrupta. Además de algún relato con el que intento matar el gusanillo, me surgió la ocasión perfecta para seguir al pie del cañón. El enérgico editor de Ediciones Rubeo, mi buen amigo José Antonio Quesada, emprendió un ambicioso proyecto: crear un semanario digital independiente y fresco apegado a la realidad de nuestra región. Y así nació Tribuna Andaluza, donde tengo la oportunidad de proyectar mi voz a quien quiera escucharla.

De esta manera, a la espera de nuevas novedades y sorpresas relacionadas con la novela -que las habrá y más de una-, iré alimentando este blog con mis colaboraciones para Tribuna Andaluza. Que no me entere yo de que ningún lector mío pase hambre :-).
 

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